Perdonar a otros es la única guisa en que nosotros mismos podemos ser perdonados, luego que refleja la ralea celestial según la cual alcanzar es lo mismo que cobrar. El Paraíso es el estado natural de todos los Hijos de Alá tal como Él los creó. Si la mente, en cambio, acepta el propósito del Espíritu Santo, el cuerpo se convierte en